El libro de Grassman se encuentra (en los '50 fue editado por Espasa Calpe, por ejemplo), y es difícil de leer. No faltará el anacrónico que diga después que en 1850 la geometría N-dimensional estaba perfectamente entendida, y que no había polémicas ni malentendidos: después de todo, Grassman y Schlafli tenían razón!
Epoca difícil. Señalemos dos matemáticos que podían haber apreciado estos trabajos.
Uno era Moebius, pero pese a su 'flexibilidad mental' para imaginar su cinta con una sola cara, era incapaz de aceptar que hubiese más de tres dimensiones espaciales.
Otro era Hamilton, que venía de manipular cuatro dimensiones con sus cuaterniones y pudo intentar una abstracción aún mayor. Pero la época los interpretó como una magnitud escalar y otra vectorial, dependientes de sólo tres dimensiones, y generó el cálculo diferencial que todos conocemos (rotor, gradiente, divergencia). Así seguimos viendo las coordenadas i, j, k en las coordenadas de un campo F, y nada en la de una función escalar f.
Hay un tercero: Riemann. Pero él recién empezaba a salir a la superficie. Y de hecho, su famoso trabajo permanecería casi 50 años enterrado, sin que tuviese mayor repercusión.
(Arruinados I, aquí)