19.9.08

1428.- Los problemas de Venus (IV)

Ponele que te casás, por error te declaran oficialmente muerto, y cuando reaparecés, tu mujer ya está casada con otro.

Depende de la mujer, eso puede ser una bendición, claro está.

Pero si te querés casar con otra (o con la misma), aunque te revivan en los papeles, legalmente ya estás casado. Exactamente eso es lo que le pasó a Guillaume Joseph Hyacinthe Jean-Baptiste Le Gentil de la Galaisiere en el siglo XVIII.

* * *


Sospecho que cuando empezó a rellenar los formularios para ser declarado vivo le habrán preguntado si no prefería un nombre más corto, ponele Guille, o Pepe. De última, Cacho.

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Es que Guille se tomó el buque de París con destino a una colonia francesa del sur de la India, Pondicherry, en 1760. Iba decidido a medir el tránsito de Venus del año siguiente. Cuando llegó a la Ile de France (hoy Mauricio), supo que Inglaterra y Francia estaban en guerra, pero igual se arriesgó a seguir.

¿Que no hay colonias francesas en el sur de la India? Ajá, cuando él llegó, Pondicherry había cambiado de mano y lo despacharon de vuelta a Mauricio. Pero por culpa del movimiento del barco, no pudo hacer mediciones del tránsito de Venus.

Guille no se preocupó mucho, faltaban ocho años para el próximo tránsito, y decidió ir a medir el de 1769 a las Filipinas. Pero los españoles lo miraban feo, y aprovechando que en 1763 Pondicherry volvió a manos francesas, decidió mudarse a su destino original. Llegó un año antes, se construyó un modesto observatorio, y se sentó a esperar a Venus.

* * *


El 4 de junio de 1769 amaneció... nublado.

* * *


Guille decidió volver, pero no fue fácil: primero disentería, después una tormenta le hundió el barco, y pasó dos años en la Isla Reunión hasta que le hizo dedo a un barco español que lo acercó a Europa.

Cuando llegó, lo habían declarado muerto, su mujer se había vuelto a casar, y sus bienes se habían repartido entre sus herederos. Encima el boga que administró los bienes se había afanado bastante.

Para colmo, la Academia de Ciencias le había dado su cargo (su silla) a otro.

Pero tenía palanca en el poder: el propio Rey de Francia le devolvió una parte de su vida. Se volvió a casar, recuperó su posición en la Academia, y vivió unos veinte años más.

Seguramente puteaba bajito los días nublados, no sé. Yo lo haría.

* * *


Sospecho que hay miles de historias como ésta, de arruinados por la ciencia. Tipos que persiguieron un objetivo durante años, fracasaron, y se encontraron de pronto sin nada. Pocos son amigos del Rey de Francia, como para recuperar su carrera.

Es difícil detectar estas historias: nos quedamos con los grandes nombres, como si todo lo hubieran hecho ellos, y nos olvidamos del entorno que los rodeó, de los que fueron anticipados por otros, o de los que tomaron una vía muerta. O de los que un día se levantaron y simplemente estaba nublado.

7 comentarios:

JavierK dijo...

Como Ernst Wolfskhel, el matemático que se olvidó que tenía planeado suicidarse porque estaba concentradísimo tratando de encontrar una demostración del teorema de fermat.
En gratitud instauró un premio en dinero para aquel que lo demostrara en el futuro. La fundación Wolfskhel haría la entrega del mismo.

-26- dijo...

Estoy maravillado con estas sus tribulaciones de Venus, amigo Juan Pablo.
La de hoy especialmente, pocas veces un relato breve consigue que al terminar de leerlo fuera como haber visto una buena película, de aquellas que te hacían salir inesperadamente feliz del cine.
Mi más sincera felicitación y admiración.
itn.

Frenzo dijo...

Cierto, lindo post.

Anónimo dijo...

Coincido con los anteriores: muy lindo post. Además es un "consuelo" para todos aquellos estudiantes de ciencias (física, en mi caso) que dudamos descubrir antes de los 23 años algo que cambie la historia del mundo. A veces se da y a veces no, muchas veces por mala suerte como la de este señor de nombre largo, pero de todos modos merece un reconocimiento.

JuanPablo dijo...

gracias, gracias, me voy a poner colorado. Todo el mérito es de Guillaume!

Javierk, la historia de Wolfskehl es interesante más allá de las dudas sobre si intentó suicidarse. En cualquier momento posteo algo sobre eso.

Anónimo dijo...

Bueno, que historia interesante, no la conocía. Saludos

JavierK dijo...

Juan, espero con ganas el relato sobre Wolfskhel.