...resulta ser que esa idea se le había ocurrido primero a un físico suizo un par de años antes. Este, que la comentó con Pauli, ni siquiera llegó a enviarla para que la publiquen después de la crítica feroz que recibió.
Pauli era conocido por demoler ideas ajenas, y los que no pueden entender ni una línea de sus trabajos se deleitan repitiendo la parte más oscura de su personalidad: estas burlas y los ataques a sus colegas.
El "chiste" de los referatos en computación podría reescribirse con Pauli como referee y nombres como Abdus Salaam, Louis de Broglie, Ernst Stueckelberg (este no ganó el Nobel: su idea la publicó después -pero en forma independiente- Yukawa, quien sí recibió el Nobel), y Kronig (este tampoco ganó el Nobel, pero los que publicaron -también en forma independiente- su idea del spin del electrón en Nature al año siguiente tampoco, aunque sí recibieron algunos premios).
¿Cuánto daño puede hacer un referee en un mal día?
Ni idea, pero viendo esto, uno se puede preguntar cuánto daño puede hacer una actitud así en una vida (buena o mala, que no es cuestión de juzgar eso). Los casos que conocemos se vuelven pintorescos, porque de alguna manera los autores salieron adelante y sus ideas se difundieron igual. Pero no son éstos todos los casos, uno puede preguntarse qué fue de aquel de quien opinó "tan joven y ya tan desconocido" después de escuchar su tesis, y hasta qué punto ésta resultó ser una profecía autocumplida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario