La semana pasada mariano me pasó un link: Publisher Wiley Interscience attacks fair use by science blogger.
La historia es corta y contundente: Shelley publica en su blog un post con un gráfico y una tabla de un artículo de un journal de Wiley, y la editorial la amenazó con acciones legales si no los retiraba. Más allá de que Wiley dio por terminado el tema cuando ella reemplazó el gráfico y la tabla por otros hechos por ella, el tonito 'perdonavidas' de la editorial no debería dejarnos conformes, porque bien que podrían haber continuado molestando. Sí, ok, probablemente ningún tribunal del mundo le daría la razón a la editorial (ella está citando la fuente, no está plagiando, el uso entra dentro de 'informativo/educativo', etc.), pero ir a un juicio contra uno de estos monstruitos multinacionales significa una inversión de tiempo y dinero impresionante que no cualquiera puede bancar. Casi el mismo proceder de la riaa, ¿no?
Y a eso es a lo que quería llegar. La historia tiene apenas una semana, y en parámetros blogueriles ya es vieja, pero recién ahora se pueden empezar a medir las reacciones. Leer con calma los comentarios, las respuestas, los posts en otros blogs que se hacen eco...
Entonces, uno empieza a observar ciertos patrones. Una es el paralelo editorial-discográficas (que no es completo, uno no gana dinero porque alguien lea o no su paper). Otro es el tema de quién debe pagar ciertos costos (publicación, difusión) y por qué. Otro es el problema de luchar legalmente contra estos pulpos con oficinas en distintos lugares, pero con tribunales en California, New York,... (je, en cualquier momento Micro$oft te pone jurisdicción Guantánamo y andá quejate...). Y el más preocupante, la forma en que muchas editoriales se están posicionando frente al Open Access, que no sólo pasa por perseguir a quienes difunden los resultados.
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