Sázquez y Vánchez subieron al vehículo. Había dos asientos vacíos. ¿De cuántas formas se podrían sentar?, se preguntaron.
-Una -dijo Sázquez-, yo ventanilla y usted pasillo.
-Una -dijo Vánchez-, yo ventanilla y usted pasillo.
En la discusión, un ojo quedó cerrado y una nariz sangrando.
Olvorez los esperaba en la plaza junto a un banco. Cuando llegaron, se preguntaron de cuántas formas se podrían sentar.
-Dos -dijo Sázquez-, yo al medio y depende de quién se siente a mi derecha.
-Dos -dijo Vánchez-, yo al medio y depende de quién se siente a mi derecha.
-Dos -dijo Olvorez-, yo al medio y depende de quién se siente a mi derecha.
En la discusión, otro ojo quedó cerrado, otra nariz quedó sangrando, y una boca perdió varios dientes.
Ardóñez se acercó al grupo.
-Hola! Veo que se lastimaron todos! Veamos, ¿de cuántas formas nos podemos sentar? A ver... por cada una de ustedes... yo podría ir a la derecha o a la izquierda del que esté en el centro, o en una de las puntas... Por lo visto son 24... ¿Lo ven?
-Yo no veo nada -dijo uno.
-Mmdrf... -dijo Vánchez.
El tercero le pegó un tiro.
El policía sacudió la cabeza. Estaba claro quién era el asesino... pero... ¿de cuántas formas se podrían sentar 5 personas en el banco?
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