Para ser honesto, está escrito bien, muy bien. Engancha, engaña. Uno empieza a leerlo y tiene que hacer un pequeño esfuerzo para soltarlo. Esta dividido en capítulos, y cada uno en secciones breves, de una página y media cada una -o menos-. Y cada sección termina preparando las cosas para la siguiente, no liquida el tema, sino que apenas lo introduce; en la que sigue lo desarrolla y plantea otra cosa.
Claro que para esto cita cosas que no tienen mucho que ver con el tema que trata, mezcla historias, comete pequeñas imprecisiones matemáticas e inexactitudes históricas, y establece muchas relaciones dudosas dado que "todo tiene que ver con todo" (cita de Borges que incluye..., por suerte a nosotros no nos suena tan solemne por cómo se popularizó acá).
Y como en cada novela condenada a best sellers, las cosas se repiten al menos dos veces. Esto gana lectores: pocos pueden ser tan idiotas como para perder el hilo. Y no es que sea un texto lineal, culpa de las vueltas que da el hilo (más bien una soga): visible, fácil de seguir, va y viene y se enreda, visita viejos lugares y siempre deja huecos que no se cubrirán y que dejan poco librado a la imaginación del lector, pero que te enreda y te atrapa.
Atrapante, sin dudas, pero no muy científico.
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