El viernes, en una excelente editorial de
Alicia Dujovne Ortiz en
La Nación, hay una frase que demuele la defensa de la soldado torturadora yanqui que 'sólo obedeció órdenes':
lo que nadie puede ordenarle a nadie, es la sonrisa.
(Rara vez posteo un fin de semana, pero este post de
Pini lo provocó.)
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