Hablábamos hace tiempo del bombardeo de Hiroshima y Nagasaki. Esa fue una de las primeras aplicaciones prácticas de la teoría de juegos. Para estas fechas se suele repetir esa gran mentira de la necesidad de tirar la bomba para terminar la guerra. Evidente a poco que se piensa en que tiraron también la segunda bomba.
El horror que me produce el documento con el análisis sobre el futuro bombardeo es similar al que me inspiran las imágenes post-bombardeo. Tal vez peor, por la frialdad y el cinismo con los cuales se decide el blanco y se consideran los factores psicológicos que se esperan obtener como ventaja.
Y en esa reunión, es el propio J. von Neumann quien se encarga de llevar su propia teoría a la práctica.
Había leído sobre esto, pero no había visto el documento en sí, y acá hay más, como la carta de los físicos pidiendo una demostración en vez de bombardear, o el cambio de política yanqui respecto al bombardeo de civiles.
3 comentarios:
A propósito de los 60 años que se cumplieron hace pocos días, venía juntando material similar sobre la elección de los objetivos para postear en mi categoría ReglasDelCombate.
En general hablo sobre el choque de modelos, sobre el uso rápido de la sorpresa que produce un nuevo paradigma y la racionalización / aceptación a posterior.
Al Reporte Franck que linkeaste no lo conocía y me causó muchísima angustia. Está escrito en futuro lo que viví durante toda mi vida. Cito un poquitín traduciendo informalmente lo que más me impactó:
"Si no se alcanza un eficiente tratado internacional, la carrera por el armamento nuclear se lanzará no más temprano ni más tarde que la mañana posterior a nuestra primera demostración de la existencia de armas nucleares."
"Va a ser muy difícil persuadir al mundo de que una nación que es capaz de preparar secretamente y súbitamente lanzar un arma, indiscriminada como lo es una bomba cohete y mil veces más destructiva, merece confianza en la proclama de su deseo de abolir tales armas por acuerdo internacional."
Angustia.
Fria y cruelmente genial
impresiona lo claro que lo tenían. Lo conscientes que eran todos -aún los más pacíficos- de las consecuencias que habría.
Dixit y Nabeluf hacen un análisis de la crisis de los misiles, la vez que más cerca se estuvo de ir a una guerra nuclear, y muestra lo que son estas teorías cuando se llevan a la práctica. No es fácil decidir si funcionan viendo el resultado final, o si es la lógica que se impone la que obliga a que funcionen.
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