Les cuento cómo llegué al que considero uno de los mejores posts del año: creí que el tema de raíz de dos estaba terminado después de argumentar que la hipotenusa del triángulo rectángulo medía dos. Pero entonces me vino a la mente un post anterior sobre la fórmula del área del triángulo equilátero de Gerberto (que fuera Papa no es un detalle menor en esta historia), y en los comments Hernán -como buen tomista- argumentaba que entendía si era el triángulo rectángulo y no el equilátero...
La aparente contradicción se resolvía afirmando ¡que el triángulo rectángulo era equilátero! Pero si posteaba eso iban a pensar que -siguiendo los consejos de Mr. X- me fumé algo para llegar a esa conclusión, pero no es así, es apenas una cuestión filosófico-histórica sencilla.
Las ideas del atomismo de Demócrito eran conocidas en la edad Media, y también las paradojas de Zenón (al menos, la versión resumida aristotélica) lo cual acarreaba serias dificultades lógicas que enfrentaron los teólogos de las distintas religiones. Siendo discreta la materia (y por ende, el cuerpo humano) cómo se movían los espíritus de un lado a otro era un problema que se encuentra incluso en la Summa de Santo Tomás. Y de ahí a revisar la teología islámica y judía había un paso, sólo era cuestión de escarbar un poco en las obras de Maimónides, Ibn Ezra y Avicena para hallar la respuesta.
El post Teologías, atomismo, y la longitud de la diagonal del cuadrado unitario mide uno fue el resultado, y tuvo entonces muy poco de original, apenas el trabajo de mezclar los datos para ver que a esta conclusión ya se había llegado mil años atrás.
3 comentarios:
No puedo ver los links que pusiste...
¿?
el último link, decís? no hay link, en todo caso debería apuntar al mismo post ;)
avicena decía que la parte más chica de la materia no podía tener partes, así que en un triángulo rectángulo formado por n unidades hacia arriba y n unidades a la derecha daba una diagonal también de n unidades, o de lo contrario, el diámetro de la unidad atómica sería más grande que uno de sus lados, y habría algo más chico
el argumento es retorcido, y como negaba pitágoras, lo consideraban una refutación del atomismo
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